Edificio White Life se inserta en un sector plenamente residencial, donde la vida de barrio permanece intacta, como si el tiempo se hubiese detenido hace años.
La vida moderna, con todas sus comodidades eso sí está a la vuelta de la esquina, ofreciendo un mundo de soluciones prácticas que facilitan nuestra vida diaria. De esta manera se logra un perfecto equilibrio entre conectividad e independencia, entre funcionalidad y armonía, entre lo público y lo privado.